martes, 5 de agosto de 2008

01















El titulo será revelado al finalizar este primer episodio.

Bueno…

Creo que es la hora de dar comienzo a este juego…


Eduardo Dinamarca…

Nos trasladamos a nuestra actual época, una ciudad común, como cualquier otra.

Nuestro protagonista es un profesor de matemáticas en escuela, de unos cuarenta y cuatro años, un hombre solitario a causa de su frustración al no alcanzar sus metas en la vida.

Siempre diciendo en su cabeza algo como:

Por que estudie esto… Pude llegar mas lejos… ya es tarde…

Este hombre tenia un hijo de unos trece años en un matrimonio separado, su esposa lo había dejado y no le permitía reunirse con el hace ya algunos años.

Básicamente se encontraba sumergido en una rutina de trabajar para comer y comer para vivir, lo único que le impedía tomar medidas suicidas era su miedo a la muerte.

Todo comienza una noche en la cual este hombre se encontraba en casa revisando las pruebas de sus alumnos.

Notó que uno de estos como ya era costumbre le había jugado una broma escribiendo en vez de su nombre:

Me perteneces…

Eduardo tachó la prueba sin revisarla, la dejo a un lado y continúo revisando las demás, al siguiente día vería a quien correspondía la broma y sancionaría al culpable.

Luego de revisar las pruebas se fue a dormir, esa noche mientras dormía fue despertado durante la madrugada por un fuerte golpe en la pared de su habitación el cual hizo retumbar toda la casa, el hombre asustado retomo la conciencia ya sentado en su cama con su mano en el pecho, aun desorientado estiró su brazo para encender la luz del velador, justo cuando estaba por alcanzarla el velador completo cayo al suelo.

Se oyó claramente como la lámpara se rompía al caer, seguido de eso unos pasos frenéticos que corrían de su habitación hacia el living de la casa donde en lapsos de mas o menos tres segundos se escuchaba como las cosas se rompían y caían al suelo…

El hombre asustado, sólo y en total oscuridad temblando miraba en dirección a la puerta mientras escuchaba atentamente lo que sucedía intentando comprender que estaba pasando.

Se levanto lentamente de su cama y camino hacia la puerta, justo antes de salir de la habitación, esta “cosa” lanzo su televisor con tal potencia que este reventó en la bisagra de la puerta, obligándolo a mantenerse dentro sin pensar siquiera en asomarse.

Cinco minutos más tarde el caos cesó…

Eduardo espero otros cinco minutos mas para salir finalmente, caminar al living encender la luz y ver toda su casa hecha añicos, para su sorpresa la puerta estaba con llave y sin marca alguna de forcejeo…

Por razones obvias en conjunto con una larga visita por parte de las autoridades, Eduardo se fue al liceo sin volver a dormir esa noche.

Luego de entregar la prueba a todos sus alumnos salvo uno, recordó la broma que le había sido jugada, revisó el libro de clases para ver el nombre del culpable, pero esto fue un poco mas desconcertante…

El alumno faltante tenia por nombre Eduardo Dinamarca Perteneces…

No registraba faltas excepto por ese mismo día.

En ese instante Eduardo corrió hacia la dirección del liceo para preguntar acerca de este alumno. Efectivamente en el liceo había un joven de trece años llamado Eduardo Dinamarca Perteneces. Eduardo tomo nota de todos sus datos, no había números telefónicos, pero sí una dirección.

Dado que los apellidos de los padres correspondían y no se presentaba alguna irregularidad en los datos entregados Eduardo no le dio más importancia a la broma y volvió a terminar con su clase.

Camino a casa no dejaba de intentar recordar la cara de este joven, ya que a pesar de haberlo resuelto como una simple broma sin relación con lo ocurrido la noche anterior le causaba cierta curiosidad.

Eduardo llega a casa a eso de las ocho.

Abre la puerta.

Ingresa en su casa, tras cerrar la puerta enciende la luz y escucha la vos de un niño de unos trece años que le dice lenta y de una forma delirante…

Tu me perteneces…

El hombre automáticamente entra en pánico, voltea la mirada y ve como un pequeño niño tirado en el suelo al cual notoriamente acababan de sacarle los ojos sin cuidado alguno, arrastra su cuerpo hacia el lentamente…

Eduardo siente como sus piernas se congelan justo antes de caer al suelo tomando su cabeza con ambas manos y gritando histéricamente.

El pequeño niño llega hasta él, que con sus ojos cerrados no se percata de esto. Lo toma fuertemente de la muñeca izquierda sin que Eduardo pueda soltarse, por lo cual abre los ojos y ve como el meñique de su mano es arrancado de una lenta mordida, por mas que intenta safarse no lo consigue. Eduardo grita con todas sus fuerzas mientras que siente como la conciencia abandona su cuerpo poco a poco, el dolor va desapareciendo y el temor apagando la luz dejándolo inconciente tendido en el suelo…

A la mañana siguiente Eduardo despierta y al darse cuenta de que todo lo sucedido la noche anterior fue real, comienza a llorar diciendo…

Que mierda me esta pasando…

---------O---------

He aquí el primer capitulo de esta miniserie titulada:

Que mierda me esta pasando…

Espero les haya gustado…

Saludos a todos los lectores del blog

Fabi: Muchas gracias por tu ayuda, no dudo que tendría la mitad de los lectores de no ser por ti….











1 comentario:

Anónimo dijo...

oO kee pal kopy loly kon tu relato
kiero saber mas x3 oe y pork le sako el deo o.O

aleeeeeee graxcpor enseñarma a jugar pool, algun dia muy lejano tal vez te supere n.n!
teeeee keroooooooo *0*
fabii!